Cuando compras una botella de agua en un supermercado, puede que parezca una elección cómoda o incluso saludable para consumir agua potable. Pero quizá no te has planteado es la cantidad de gases de efecto invernadero, los microplásticos o el impacto sobre el medioambiente que se produce, por la producción, transporte y residuos de esa botella.
Nuestro hogar puede estar expuesto a diferentes agentes contaminantes, y aunque limpiemos a conciencia, los contaminantes no son solo el polvo que están sobre los muebles. También son los microorganismos que pueden formarse en nuestras casas.
La limpieza en los sistemas de climatización, ventilación y refrigeración es fundamental para evitar la dispersión de los microorganismos que se pueden quedar almacenados en ellos y suponer un riesgo muy alto para nuestra salud.
En los momentos actuales es básico tener un sistema de purificación de aire de calidad, ya que no todos los filtros HEPA que hay en el mercado son iguales. La calidad tiene siempre mayor precio.
El problema de la contaminación en el interior no es exclusivo de las partículas finas, también los microorganismos pueden estar presentes en nuestros hogares.
La calidad del aire que respiramos incide de manera significativa en nuestra calidad de vida, siendo la causante de muchas enfermedades respiratorias que afectan a nuestra salud.
El agua que necesitamos beber todos los días debe estar descontaminada y pura, a la vez debemos evitar que generen residuos plásticos al medioambiente.